Capitulo 8 ~ Esta desaparecida~

-Salimos de clase y yo me fui directamente a la biblioteca a buscar a (tu nombre) y la encontré sentada solita, leyendo un libro, me acerque y me senté frente a ella…

-Hola –dije amablemente quizás si querría llevarme bien con ella después de todo-
-saco la chupeta que tenía en su boca y me miro- Hola –bajo de nuevo la mirada hacia el libro-
-Mmm ¿Qué lees? –necesitaba un tema de conversación o si no fracasaría-
- A orillas del río Piedra me senté y lloré de Paulo Coelho
-Excelente libro ya lo leí y me encanto
-Ella me miro y en su rostro se dibujo una hermosa sonrisa- ¿de verdad?
-Paulo Coelho es uno de mis escritores favoritos y A orillas del rio piedra me senté y llore es uno de los libros que más amo de el
-Yo estoy por terminarlo y creo que el nudo en mi garganta se desanudara ahorita que lo termine
-aquí entre nosotros –me acerco un poco a ella y le susurre- yo llore leyendo el libro era increíble la forma en que Pilar estaba tan frustrada por las cosas de la universidad y su rutinaria vida
-Oh si es que ella dios no sabía qué hacer hasta que se encontró con su amigo de la infancia
-Veo que tenemos algo en común- sonreí abiertamente-


Narra (Tu nombre):

-Si tenemos mucho en común –por dios (tu nombre) ¿Qué haces?-
-Mmm eso es bueno ¿no?
-si creo –fruncí el ceño y ladee mi cabeza hacia un lado-
-Mmm ¿te gustaría ir a tomar algo conmigo en la cafetería?
-Abrí los ojos sorprendida y no sabía que decir solo asentí con la cabeza-
-Vamos –el sonrió de manera victoriosa y me agrado-

-Ambos salimos sonriendo de la biblioteca y nos fuimos a la cafetería, todos nos miraban raro pero no prestamos mucha atención, pedí un capuchino y el pidió un café normal, nos sentamos cerca de la ventada hacia el jardín y era raro pero comenzamos a platicar de libros y veía una facha muy distinta a la que conocía desde siempre

-Reí- no creí que fuéramos a platicar de esta manera tú y yo
-Yo tampoco lo creí linda, es agradable conocer a alguien que le gusten las misma cosas que a ti –dijo sonriendo se veía tan hermoso-
-Pues si, después de todo no somos tan diferentes y…
-En ese momento Daniela llego hacia nosotros- pero valla ya se llevan bien ustedes dos, la trasero sucio y El príncipe hermoso
-Bill se levanto y la miro- escucha no tienes porque insultarla a ella ni decir estas cosas si nos llevamos bien eso que no es tu problema ni de nadie mas
-me quede sorprendida ante su respuesta y note que a Daniela también le sorprendió- oh discúlpame entonces pero es que es inevitable no odiar a esta chica –me señalo-
-la mire sorprendida- ¿Qué demonios te he hecho yo?
-Bill me miro y miro a Daniela- (tu nombre) vámonos de aquí
-Daniela nos miro y sonrió- hay querida huerfanita aléjate de él no es tu clase
-las lagrimas se hicieron presente en ese momento las fuerzas que creía tener desaparecieron cuando me llamo huerfanita-
-(Tu nombre) –me miro Bill y se acerco a mí quitando una lágrima de mi rostro-
-Vamos ahora vas a llorar que tonta eres –decía Daniela mientras reía-
-(tu nombre) no les hagas caso –me acerco a él para abrazarme-
-Suéltame –me solté de el- debo irme

-Sin decir más nada, Salí corriendo del lugar y me encerré en el baño de chicas, ella me había herido de la peor manera, porque podía decirme de todo menos meterse con algo tan delicado como la muerte de mi mami, como desearía que estuviese conmigo para no pasar por esto y que ella me consuele, todo es culpa de Bill no sé cómo pude llegar a pensar en que él puede ser mi amigo, no lo será nunca, tenemos muchas cosas en común pero no me interesa todos mis problemas llegaron desde que estoy frecuentándolo, dios cuanto más voy a soportar por él, estoy harta, harta de esta situación
-Recibí un msj y era Georg preguntándome que donde estaba, pero quería estar sola no respondí y apague mi celular, Salí del baño y logre salir de la universidad sin que nadie se diera cuenta, tome un taxi que me llevara hasta el parque y al llegar comencé a caminar, tal y como lo hacía con mamá cuando me sentía mal ella me llevaba al parque y mirábamos las personas, los pajaritos, hasta a veces nos quedábamos a mojarnos en la lluvia, era divertido, camine hasta un lugar donde mama y yo solíamos sentarnos a hablar de tantas cosas, era un lugar especial para mí, un árbol gigante que significaba tanto para mi, allí me senté en la grama (pasto) y rodee mis rodilla con mis brazos, ya comenzaba llover y yo solo me senté a pensar y pensar, me sentía tan sola, tan triste de repente se me fue la noción del tiempo, sentí un gran golpe en mi cabeza …

Narra Bill:

-¿Dónde estará (tu nombre)? Dios mío que no le haya pasado nada, debí correr tras ella cuando se fue, son las 11 de la noche y ella no aparece, su padre la está buscando como loco y yo ni se diga he puesto a todos los guardias del palacio a buscarla, no sé porque me preocupa tanto pero deseo encontrarla con bien
-Ya no aguanto más debo ir a su casa no puedo estar aquí en el palacio esperando noticias –dije mirando a tom-
-Hermano pero tranquilo espera un poco ella debe estar bien –dijo tom-
-No ella debe estar mal lo sé, Daniela esa chica me las pagara –estaba muy nervioso-
-Después dices que ella no te gusta –dijo Gustav-
-Oye la lastimaron por mi causa por lógica debo preocuparme por ella, por el amor a dios me pueden acompañar por favor –dije mirándolos a ambos-
-Está bien pero yo manejo –dijo tom-
-No, yo manejare y no se dice mas nada –dijo Gustav-
-solo llévenme por favor
-Espera y ¿Dónde vive?
-Mierda –tome mi cabeza- deja llamo a Georg

-Agarre mi celular y le marque a Georg le contesto y le pedí la dirección de la casa de (tu nombre) me la dio y Gustav me llevo a la casa de (tu nombre) al llegar allá su padre me hizo pasar a mí y a Gustav y se notaba que estaban asombrados él y una chiquilla que estaba allí supuse era su hermana o algo asi, atrás de nosotros entro Tom, el padre de (tu nombre) no invito a pasar hacia la sala y allí comenzamos a hablar

-Señor lamento todo esto que paso-dije mirándolo-
-No se preocupe príncipe Bill e…
-Interrumpí- disculpe señor déjeme me presento mejor –extendí mi mano- soy Bill Kaulitz y por favor le rogaría que no me diga príncipe es muy formal dígame Bill
-El asintió y me tendió su mano- está bien Bill yo soy Ian Bones padre de (tu nombre), Bill se que la última vez que la vieron fue contigo ¿Qué paso? Estoy demasiado preocupado
-baje la mirada y luego lo mire- estábamos hablando sobre una tarea cuando llego Daniela y comenzó a decirle cosas yo por lógica debía defenderla pero cuando ella menciono a su difunta madre ella comenzó a llorar y cuando intente ayudarla ella solo se soltó de mi y se fue corriendo, debí seguirla pero no lo hice y no pensé en que esto fuera a ocurrir
-Ian se sento en el mueble y se llevo las manos a la cabeza- el tema de su madre la pone muy mal y mucho más si utilizan el nombre de su madre para hacerle daño, por el amor a dios porque hay tantas personas con mala intención
-Lo sé señor Ian pero…
-fui interrumpido por la chiquilla que estaba abrazada a Georg-
-soy Marie Bones –se acerco a mí y me extendió su mano-
-Mucho gusto señorita –estreche en su mano y sonreí por amabilidad-
-El gusto es mío Bill-ella sonrió y miro luego a tom-
-Tom la miro con una de esas caras sádicas que el solo sabe hacer y yo le di un pequeño golpe en la canilla- AHHHH BILL
-Oh disculpa Tom, no fue mi intensión –lo mire-
-Mucho gusto Marie –el le estrecho la mano y sonrió forzadamente y me miro frunciendo el ceño-
-Bueno –mire a Ian- usted no sabe de algún lugar en donde ella pueda estar
-Pues el único lugar que se me ocurrió fue el negocio pero no allí no está ya fuimos allí –se paso la mano por el cabello- donde estará mi nena, ten por seguro que esa chica…
-le interrumpí- de esa chica me encargare yo, no se preocupe
-Al fin y al cabo Bill veo que no eres tan malo con mi hija –suspiro y me miro-
-Lo mire apenado porque me di cuenta de que al principio también fui grosero con ella- señor Ian
-Es la verdad creo que (tu nombre) exagero un poco cuando hablo de ti –dijo el-
-Vez papá yo te lo dije, ellos son geniales –dijo Marie-
- la mire y le sonreí- gracias Marie
-escuche la voz de Gustav- disculpen que interrumpa pero debemos buscar a la chica que se perdió, porque es tarde muy tarde y si no está con nadie quiere decir que anda vagando por las calles quien sabe en qué condiciones
-Tiene razón señor diplomático –dijo Ian-
-Oh por favor Ian no me diga señor tengo 23 años por el amor a dios –sonrió- tutéame ahora me caíste bien puedes hacerlo

-Ian sonrió y nos fuimos al parque central era la única parte que ni siquiera habíamos recorrido y ya no quedaban mas lugares que buscar, yo camine solo porque no quería compañía sentía que tenía que buscarla solo después de todo era mi culpa que ella estuviera en esas condiciones, con mi linterna alumbraba todos los lugares pero no daba con ella, me adentre mas a la grama y mire algo blanco que estaba acurrucado debajo de un árbol y la curiosidad me llevo hasta el, cuando alumbre con mi linterna era (tu nombre), estaba enrollada abrazada a sus rodillas y temblaba la revise y tenía un golpe en la cabeza, estaba morada del frio infernal que había, me lance de rodillas frente a ella y me quite la chaqueta se la puse y la abrace fuerte contra mi cuerpo sentía un gran alivio de que estuviera bien

-(tu nombre) al fin apareciste pequeña me tenias preocupado –en ese momento me di cuenta que ella en realidad me importaba y mucho- por el amor a dios estas helada –saque mi celular y le marque a tom- tom, tom ya la encontré, pero deben traer una ambulancia esta en un estado hipotérmico –le quite los brazos de las piernas y la cargue- pequeña estas muy mal –ella como pudo me abrazo el cuello y ni siquiera podía hablar-